En Acaponeta El Beito y secuaces «secuestran» a Morena

Por: Juan Fregoso/Miguel Rentería

Acaponeta, Nayarit. (19 de marzo de 2018).—El partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fundado por el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, como una alternativa real de cambio, en el municipio de Acaponeta está literalmente «secuestrado» por la ambición desmedida de una caterva de oportunistas disfrazados de morenos.

Entre esta pléyade de luminarias del firmamento político destacan: Julio César Montes Vizcarra, «el Chilapa,» director de COPLADEMUN, por enésima vez. Montes Vizcarra, es cuñado del Señorpresidente, Humberto Arellano, y es el autor material de la primera destrucción de la plaza principal.

Rubén Arteaga Ortiz, por cuya sangre corren genes priístas, alguna vez soñó con la presidencia alborotado por Efraín «el Gallo» Arellano, quien primero le dió carreta y después se encargó de darle jaque mate. Arteaga, en un acto de rebeldía desertó del PRI y se jugó «la grande» por Acción Nacional, pero su otrora jefe truncó sus aspiraciones. Finalmente, el ingeniero se conformó con una regiduría en el cuatrienio de los PRImores, bajo el mando de don Beito Arellano.

Otro artista más de la polaca vernácula, es Francisco Piña Herrera, surgido también de los laboratorios del priísmo jurásico. Pancho Piña es un político electorero; fue diputado local bajo el padrinazgo de Héctor Servando Sierra Martínez, a quien traicionó para aliarse con el entonces gobernador del estado, Antonio Echevarría Domínguez.

Al romper sus vínculos con Sierra, Piña Herrera cavó su tumba política, jamás volvió a ocupar un cargo de elección popular. Piña tiene la gracia o desvergüenza de acoplarse a cualquier partido político con tal de sacar provecho; por ello se afirma que el ex diputado fue pieza clave en las negociaciones con la cúpula morenista y el ahora presidente, ya que el Beito Arellano quería—a como diera lugar—ser el mandamás del municipio, y lo consiguió a punta de billetazos.

Mientras que Francisco Piña, gracias a sus cualidades camaleonescas logró que se le nombrara coordinador de la estructura electoral de Morena por el primer distrito electoral federal.

El ex presidente municipal, Enrique Jiménez López, es otro PRImoreno que camina con bajo perfil por los pasillos de la vieja casona de la esquina de Morelos y Puebla. Los que menean la batea de la política pueblerina, aseveran que uno de los principales asesores del Beito Arellano, es justamente Enrique Jiménez, en tanto que el sanblaseño, Jesús Ramos López, en realidad es el verdadero presidente municipal, pues todos los asuntos, antes de llegar al conocimiento del Beito, tienen que pasar por el filtro de Chuyito, quien por cierto quería repetir como tesorero, sin embargo como está observado por la ASEN, se quedó con las ganas de seguir manoteando los dineros del pueblo. Así las cosas, Morena se encuentra en las garras de un grupo de gandallas que nada tienen que ver con el proyecto de gobierno lopezobradorista.




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